Si bien la inteligencia de negocios no es un tema reciente y lleva entre nosotros ya más de treinta años desde sus inicios; hoy en día gana más espacio en las empresas de nuestro país. Esto no es ajeno al mercado de valores ecuatoriano y cada vez nuevas soluciones potencian los negocios de los diferentes actores del segmento financiero bursátil.

No podemos decir que este tipo de tecnologías beneficia solamente a las empresas de gran escala, o que las barreras geográficas son un limitante; lejos quedaron esos días donde estas soluciones eran inalcanzables y requerían inversiones tecnológicas fuera de cualquier presupuesto de una empresa estándar.

La transformación digital a la cual nos estamos enfrentando es un reto, ¡uno grande en verdad! que requiere un cambio de mentalidad, de estrategia corporativa, de liderazgo, pero, sobre todo un cambio de toda la cultura empresarial para adaptar los procesos a un negocio orientado a entender las necesidades del cliente.

Las compañías que descifran rápidamente los cambios del entorno son las más exitosas, las que se reinventan cuando las reglas del juego cambian y logran modificar los modelos tradicionales de hacer negocios.

El estudio de la información que se genera con cada transacción en el mercado de valores permite identificar las preferencias de inversión de los clientes corporativos e individuales, los instrumentos negociados, los plazos y rendimientos más comunes, así como las empresas preferidas por los clientes. Además del análisis de este tipo de datos, también se han incorporado la automatización de reportes gerenciales, seguimiento de objetivos e implementación de tableros con KPI’s que motivan la reducción de costos operativos y la maximización de los ingresos de las compañías.

Sin duda la inversión en tecnología y la innovación es el camino por seguir, el cual permite marcar la diferencia entre las empresas que lo adoptan y las que se quedan en el esquema tradicional. La búsqueda de perfeccionar la experiencia del usuario nos permite crear nuevos productos y servicios que en verdad agreguen valor y con ello un diferenciador.

Finalmente, hay que entender que la transformación digital no es solo una labor para las áreas de tecnología, sino para toda la empresa, entendiendo que este mundo digitalizado marca un paso acelerado y que exige cambios urgentes y rápidos para sobrevivir.