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Los mercados se calman y el riesgo país se relaja
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¿Aparece una luz al final del túnel? En los últimos días, la situación de los países denominados emergentes, como Argentina y Turquía, parece mejorar y ese efecto también se siente en Ecuador.
En los últimos meses, las crisis cambiarias de Argentina y Turquía, que han devaluado sus monedas, han perturbado los mercados internacionales y acrecentando el rechazo a prestar dinero a esos países y otros similares considerados economías vulnerables por su parecido o cercanía, como la ecuatoriana, por ejemplo.
En términos generales, la situación económica internacional complica el acceso a crédito barato al Gobierno ecuatoriano, que en los últimos años ha sido una fuente clave para cubrir el déficit fiscal, es decir, el hueco que se genera debido a que los ingresos no alcanzan a cubrir todos los gastos.
Según la prensa especializada, una de las razones para la recuperación de las economías emergentes durante la semana pasada es un posible nuevo acuerdo por más financiamiento entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El rumor de que estará listo la próxima semana frenó la devaluación del peso.
Se espera que en estos días se anuncie el nuevo acuerdo que incluiría financiamiento adicional a los 50.000 millones de dólares que el multilateral aprobó en meses pasados.
En el caso de Ecuador, el riesgo país se ubicó el viernes pasado en 632 puntos, la cifra más baja en casi dos meses.
En semanas pasadas, el riesgo país de Ecuador se situó por sobre los 700 puntos y obligó al Gobierno a conseguir dinero a través de operaciones con garantías elevadas. Para pedir prestado 500 millones de dólares a Goldman Sachs debió entregar bonos por 1.201 millones de dólares. También consiguió cerca de 600 millones en organismos multilaterales para ejecutar algunos proyectos, como el Metro de Quito.
Se estima que otros 1.000 millones más provengan de emisiones de bonos y un potencial crédito de China.
Otro factor que hace creer que mejores días están por llegar para las economías emergentes, es la reciente compra de deuda argentina y turca por parte de Goldman Sachs.
La semana pasada, la agencia especializada en economía y finanzas Bloomberg reveló que el gigante financiero estadounidense adquirió deuda de esos países y asegura que “lo peor ya pasó”.
Bloomberg también recoge declaraciones de economistas de otro gigante financiero: JP Morgan. Los analistas dicen que llegó el momento de reducir la tenencia de bonos estadounidenses e inyectar dinero en los mercados emergentes.
En los últimos meses, las crisis cambiarias de Argentina y Turquía, que han devaluado sus monedas, han perturbado los mercados internacionales y acrecentando el rechazo a prestar dinero a esos países y otros similares considerados economías vulnerables por su parecido o cercanía, como la ecuatoriana, por ejemplo.
En términos generales, la situación económica internacional complica el acceso a crédito barato al Gobierno ecuatoriano, que en los últimos años ha sido una fuente clave para cubrir el déficit fiscal, es decir, el hueco que se genera debido a que los ingresos no alcanzan a cubrir todos los gastos.
Según la prensa especializada, una de las razones para la recuperación de las economías emergentes durante la semana pasada es un posible nuevo acuerdo por más financiamiento entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El rumor de que estará listo la próxima semana frenó la devaluación del peso.
Se espera que en estos días se anuncie el nuevo acuerdo que incluiría financiamiento adicional a los 50.000 millones de dólares que el multilateral aprobó en meses pasados.
En el caso de Ecuador, el riesgo país se ubicó el viernes pasado en 632 puntos, la cifra más baja en casi dos meses.
En semanas pasadas, el riesgo país de Ecuador se situó por sobre los 700 puntos y obligó al Gobierno a conseguir dinero a través de operaciones con garantías elevadas. Para pedir prestado 500 millones de dólares a Goldman Sachs debió entregar bonos por 1.201 millones de dólares. También consiguió cerca de 600 millones en organismos multilaterales para ejecutar algunos proyectos, como el Metro de Quito.
Se estima que otros 1.000 millones más provengan de emisiones de bonos y un potencial crédito de China.
Otro factor que hace creer que mejores días están por llegar para las economías emergentes, es la reciente compra de deuda argentina y turca por parte de Goldman Sachs.
La semana pasada, la agencia especializada en economía y finanzas Bloomberg reveló que el gigante financiero estadounidense adquirió deuda de esos países y asegura que “lo peor ya pasó”.
Bloomberg también recoge declaraciones de economistas de otro gigante financiero: JP Morgan. Los analistas dicen que llegó el momento de reducir la tenencia de bonos estadounidenses e inyectar dinero en los mercados emergentes.
FUENTE: Este texto fue extraído en su totalidad del diario EXPRESO