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Presupuesto 2019 deberá ser el mayor incentivo para inversión y confianza en Ecuador
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En los próximos 21 días, hasta el primero de noviembre, el Ejecutivo deberá elaborar un presupuesto de 2019 que sintonice con el discurso de un manejo austero de las finanzas públicas y brinde certezas para atraer inversiones a Ecuador.
Richard Martínez, ministro de Finanzas, expresó que se están realizando los correctivos necesarios. “La oportunidad de realizar el giro que necesitamos es en el Presupuesto 2019”, dijo.
Para que ese giro se haga efectivo, según Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, el primer requisito que debe tener la proforma es proyecciones sustentadas y realistas sobre los ingresos y gastos.
“El Gobierno debe establecer claramente cómo va a conseguir mayores ingresos, que deben salir de la eliminación y la focalización de los subsidios, por un lado, y de impuestos, por otro. Además, se debe presupuestar con prudencia el precio del barril de petróleo”, puntualizó.
Precio del crudo
En la Proforma 2018, en un contexto de menores precios internacionales, se estableció 41 dólares por barril de petróleo. La economista Andrea Vizuete aseveró que a pesar de las mejores condiciones y que organismos como el FMI pronostican valores de 70 dólares, el Gobierno debería mantener un precio máximo de 42 por barril.
“Esta medida mandaría un claro mensaje de austeridad y de no dependencia del petróleo. Además, como dice la Ley de fomento productivo, los valores excedentes del precio presupuestado deberían ir hacia un fondo de ahorro, o al menos, no destinarse a gasto corriente”, añadió.
Impuestos
Por otro lado, según Carrera, la proyección de los ingresos tributarios no deberían tener un aumento superior al 2%, debido a que la economía crecerá, en el mejor de los casos, en 1% y la inflación lo hará en el mismo porcentaje.
EL DATO
El Presupuesto 2018 ascendió a 34.818 millones de dólares, o sea el 35% del PIB. Por el lado de los gastos, el principal requisito será que se evidencie una reducción de, al menos, 1.000 millones de dólares en sueldos de la burocracia, que en la actualidad sobrepasa los 11.000 millones.
Además, el Gobierno debe estar listo para cubrir 1.500 millones de dólares por el reintegro del 40% del aporte estatal al IESS; 600 millones de la deuda a los jubilados, 400 millones para las provincias amazónicas (debido a la Ley Amazónica) y al menos unos 700 millones para gastos varios.
Esto, sin tomar en cuenta el pago de una parte de la deuda de 3.000 millones de dólares, que por servicios de salud, el Gobierno mantiene con el IESS.
“Solo con un presupuesto sólido y con vías claras para levantar el financiamiento requerido de 9.000 millones de dólares, se podrá generar confianza y atraer inversiones que contribuyan a enfrentar la desaceleración económica”, concluyó Carrera.
Richard Martínez, ministro de Finanzas, expresó que se están realizando los correctivos necesarios. “La oportunidad de realizar el giro que necesitamos es en el Presupuesto 2019”, dijo.
Para que ese giro se haga efectivo, según Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, el primer requisito que debe tener la proforma es proyecciones sustentadas y realistas sobre los ingresos y gastos.
“El Gobierno debe establecer claramente cómo va a conseguir mayores ingresos, que deben salir de la eliminación y la focalización de los subsidios, por un lado, y de impuestos, por otro. Además, se debe presupuestar con prudencia el precio del barril de petróleo”, puntualizó.
Precio del crudo
En la Proforma 2018, en un contexto de menores precios internacionales, se estableció 41 dólares por barril de petróleo. La economista Andrea Vizuete aseveró que a pesar de las mejores condiciones y que organismos como el FMI pronostican valores de 70 dólares, el Gobierno debería mantener un precio máximo de 42 por barril.
“Esta medida mandaría un claro mensaje de austeridad y de no dependencia del petróleo. Además, como dice la Ley de fomento productivo, los valores excedentes del precio presupuestado deberían ir hacia un fondo de ahorro, o al menos, no destinarse a gasto corriente”, añadió.
Impuestos
Por otro lado, según Carrera, la proyección de los ingresos tributarios no deberían tener un aumento superior al 2%, debido a que la economía crecerá, en el mejor de los casos, en 1% y la inflación lo hará en el mismo porcentaje.
EL DATO
El Presupuesto 2018 ascendió a 34.818 millones de dólares, o sea el 35% del PIB. Por el lado de los gastos, el principal requisito será que se evidencie una reducción de, al menos, 1.000 millones de dólares en sueldos de la burocracia, que en la actualidad sobrepasa los 11.000 millones.
Además, el Gobierno debe estar listo para cubrir 1.500 millones de dólares por el reintegro del 40% del aporte estatal al IESS; 600 millones de la deuda a los jubilados, 400 millones para las provincias amazónicas (debido a la Ley Amazónica) y al menos unos 700 millones para gastos varios.
Esto, sin tomar en cuenta el pago de una parte de la deuda de 3.000 millones de dólares, que por servicios de salud, el Gobierno mantiene con el IESS.
“Solo con un presupuesto sólido y con vías claras para levantar el financiamiento requerido de 9.000 millones de dólares, se podrá generar confianza y atraer inversiones que contribuyan a enfrentar la desaceleración económica”, concluyó Carrera.
FUENTE: Este texto fue extraído en su totalidad del diario LA HORA